lunes, 13 de junio de 2022

Cartas a Antonia

Alfredo Molano murió el 31 de octubre de 2019. Había estudiado sociología en la Universidad Nacional, en los tiempos de Camilo Torres, Orlando Fals Borda y Orlando Umaña Luna. Decidió recorrer a Colombia y conocerla al detalle, dejando en sus libros ese legado, para que en este presente y en el futuro incierto no volvamos a repetir los mismos errores, aunque aún los sigamos repitiendo.

Un símbolo de su recorrer por Colombia son sus tenis, con los que trabajó por la paz de Colombia hasta el último momento, pues murió siendo miembro de la Comisión de la Verdad, coordinada por el sacerdote jesuíta Francisco de Roux.

Después de su muerte publicaron el libro Cartas a Antonia, dedicado a su nieta más querida. Es una mezcla de cartas y de diario autobiográfico, que incluye sus últimos días luchando contra un cáncer. Sus últimas palabras escritas que aparecen publicadas en ese libro fueron cinco (5) días antes de su muerte.

De Alfredo Molano solía leer sus columnas en El Espectador, pero nunca había leído un libro suyo. Este libro es muy conmovedor, sobre todo porque la primera parte la escribió mucho antes de que le diagnosticaran el cáncer, de manera que se logra apreciar esa compleja transición entre la alegría y certeza de la vida y la tristeza y cercanía de la muerte.

Como siempre, subrayé algunas partes del libro. Mi memoria ya comienza a fallar y no recuerdo como antes, cuando podía buscar la página, párrafo y línea exacta donde aparecía un texto que me gustaba. Algunas de las cosas que subrayé las publiqué en mis redes sociales, en la medida que avanzaba en la lectura. Dejo aquí algunos fragmentos:

"...Préstame una pestaña para barrer mis penas y atrapar mis alegrías..."

"...Mi papá me soltó como cuando a una cometa se le rompe la cuerda y queda a merced del aire y del vacío..."

"...Yo soñaba, botaba mis sueños a volar. No me los fabricaban como los fabrica ahora la televisión o la internet, las aplicaciones y los juegos de maquinitas. Ninguna deja soñar, están hechas para hacerme soñar lo que quieren y lo que quieren es que yo me parezca a la gente rica, bien vestida, con carros lujosos, piscinas transparentes, playas doradas. ¡Qué triste, amor mio, es no poder fabricar mis sueños!..."

"...No sentí mi propio miedo, pero sentí el de la gente que miraba..."

"...Se nos da lo que necesitamos para hacer vivir nuestra alma. Los cristianos lo llaman Cruz, así, con mayúscula. Otras reliigiones lo llaman Karma. Simplemente nacemos con una característica de la que no podemos desprendernos. Es nuestra..."

"...Mi amor, aquí en Quito, una ciudad muy bonita, estoy mirando las estrellas. Hay muchas, muchas y todas, toditas son distintas. Como las hojas de los árboles. De lejos parecen iguales, pero si las miras de cerquita, verás que todas son distintas. Así son las montañas, todas distintas. Tu mamá, tu papá, tu hermanita, tú y yo, todos somos distintos. En tu clase del colegio también. Cada niña, cada niño es distinto al otro; cada uno vino con su cara, con sus ojos, sus manos distintas a las de otra niña y otro niño. Así nos han hecho..."

"...La tierra, mi adorada Antonia, siempre es la causa de las guerras, inclusive -es triste- entre hermanos y entre padres e hijos..."

"...Según los médicos, ahora habrá una etapa de recuperación. Iré a Honda ocho días y regresaré a Bogotá a retomar muy formalmente la Comisión. Se que orar exige tener derecho a pedir, siempre y cuando se le haya abonado en sacrificio, que es lo que trato de hacer a menudo, entregándome a Su voluntad..."

La paz en Colombia se construye a diario. Después de la firma del Acuerdo de Paz, algunos han querido hacerla trizas,  pero son más los que siguen buscando que sea una realidad. Este libro es una bonita referecia para que los niños y jóvenes e incluso los adultos y viejos conozcan y comprendan la realidad de Colombia, de manera que ese conocimiento y comprensión les permita convencerse y comprometerse con la paz.

Nota: Publicado en SynEntropya

https://synentropya.blogspot.com/2022/06/cartas-antonia.html